El campus Menchaca Lira de la UC Temuco acogió a dos profesionales del deporte: un periodista y un entrenador de fútbol para hablar de fútbol y sociología.
El fútbol, como metáfora. La cancha, como la vida. El gol, como el éxito, como un proyecto finalizado. El equipo, como la sociedad toda. El campus Menchaca Lira de la UC Temuco acogió a dos profesionales del deporte: el periodista y subeditor de Deportes del periódico Las Últimas Noticias, Esteban Abarzúa, y el sociólogo y entrenador de fútbol Rodrigo Figueroa.
Quien dio pie a la conversación fue el profesor del Departamento de Sociología y Ciencia Política de nuestra Universidad, Emilio Moya, académico que implementó un equipo de fútbol con sus colegas universitarios, para incentivar el trabajo en equipo no sólo dentro de la cancha sino que fuera de ella; más específicamente, en pos de la carrera, para combatir amenazas de deserción de la carrera de Sociología y falta de identidad.
“El equipo no es solamente jugador y entrenador. Hay un staff de apoyo, hacemos actividades. La idea es reforzar una identidad de sociología. Esta es una carrera en general en Chile bastante fragmentada. El equipo tendía a reducir esas posibilidades de que hubiera mayor fragmentación o individualización de parte de nuestros estudiantes”, contó el profesor Emilio Moya.
El entrenador del Instituto Nacional del Fútbol (Inaf), Rodrigo Figueroa, quien también es sociólogo, explicó que fútbol total se basa en una concepción “integral del desarrollo de un equipo”. “¿Esto qué significa? Que el todo es más que la suma de las partes. A partir de ahí la orientación del trabajo, del cómo tú formas el equipo, se basa en el desarrollo de lo colectivo”, indicó.
Por su parte, el periodista Esteban Abarzúa consignó que la clave del fútbol total -conceptos que a partir de la discusión se pueden aplicar también en las sociedades- es el del juego sin el balón, es decir cómo controlar el juego para un jugador que no tiene la pelota, estrategia que el ex-entrenador de la selección chilena Marcelo Bielsa implementó a partir de 2007, según Abarzúa. “Lo que se ha conseguido en los últimos años, y que es difícil que el jugador chileno lo olvide de un día para otro, es esta lógica de jugar sin balón y de participar en equipo en todo momento ante la disputa del balón”, concluyó.
Fuente: http://prensa.uct.cl