ENTREVISTA
A: Germán Campos-Herrera
Académico
Universidad Católica de Temuco
Fuente: https://revista.movant.net/nota-alianza-del-pacifico-potenciando-la-colaboracion-170231
«Sabemos muy bien que al inicio, cuando se crea la AP, los países simpatizaban más con ideas de derecha, mientras que hoy vemos que hay más tintes de izquierda. Si las instituciones son sólidas en estos países y tienen claros los compromisos el pragmatismo va a reinar. El gran riesgo que se tiene es que la tensión entre ideología y pragmatismo genere un desequilibrio».
De la mano de Germán Campos-Herrera, te invitamos a conocer más sobre las características de uno de los bloques comerciales claves de Latinoamérica, la Alianza del Pacífico.
¿Cómo describirías la dinámica y la actualidad de la Alianza del Pacífico como bloque comercial?
Recordemos que la Alianza del Pacífico (AP) surge hace poco más de 11 años, como respuesta a ese vacío que deja el fracaso del Pacto Andino, hoy llamada Comunidad Andina, y que se gesta en Chile hacia el 2012.
La Alianza del Pacífico se autodefine como un mecanismo de integración económica y comercial direccionado por cuatro pilares puntualmente, la libre movilidad de bienes, servicios, personas, capitales y la cooperación, donde sus países miembros fundadores son Chile, Colombia, Perú y México.
Entre los aspectos positivos que ha tenido la AP en este último tiempo, se cuentan haber generado un espacio en estos países para fortalecer la dinámica empresarial, puntualmente en cuanto a negocios y también, en menor medida, en el turismo. Si bien los informes que la misma AP nos ofrece, lo catalogan como uno de los ocho bloques económicos más importantes del mundo, creo que hay elementos que son necesarios priorizar y dinamizar, precisamente para darle mucha más importancia a la AP.
¿Cuáles son las principales limitaciones o desafíos que enfrenta el bloque para potenciar su desarrollo?
Desde una visión pragmática y académica, creo que existen cuatro elementos a considerar:
El primero de ellos está, precisamente, relacionado con el concepto de «mecanismo de integración económica y comercial», donde creo que hay que ser un poco más fino.
La literatura nos dice que integración regional, o regionalismo como algunos lo llaman, es cuando los estados logran fusionar voluntariamente instituciones con otros pares estatales, donde se cede soberanía y efectivamente se adquieren nuevas formas para resolver conflictos en conjunto. Se crean instituciones y se toman decisiones en común dentro de los miembros pertenecientes.
Ahora bien, otra cosa es la regionalización, que tiene que ver efectivamente con flujos de intercambio entre los países, donde precisamente su motor principal reside en el estado, en el mercado, y muy secundariamente en la sociedad civil.
Acá hay un elemento importante, que es que, si bien la definición de la Alianza del Pacífico busca una integración económica, realmente tiene más tintes de una regionalización dadas sus características y sus avances hasta el momento, más que una verdadera integración regional.
Y al respecto, este es el segundo desafío, la literatura también nos dice que hay cuatro estadios para alcanzar precisamente esa integración económica plena. Un primer estadio tiene que ver con la zona de libre comercio, donde no existen aduanas nacionales. Un segundo elemento, una unión aduanera, donde el arancel lo pagan aquellos países que están fuera precisamente de esta integración.
Un mercado común, como tercera fase, donde hay movilidad de trabajo, servicios y capitales entre los estados vinculantes. Y un cuarto estadio de fusión de instituciones. Esto tiene que ver obviamente con la unión de moneda y política monetaria como tal, donde el caso más exitoso que tenemos es la Unión Europea.
Entonces, el segundo desafío aquí es que, dadas las características de estas fases, la Alianza del Pacífico toca puntualmente algunas de ellas, pero podría decirse que en este momento se encuentra consolidada en la zona libre de comercio.
Un tercer elemento, tiene que ver precisamente con la falta de liderazgo de uno de sus líderes regionales, puntualmente México.
Los analistas cuestionan un poco el tímido compromiso que ha tenido México con la AP, por su gran dependencia del mercado norteamericano.
Un cuarto y último elemento, es la personalización de la política exterior, un desafío que ha acechado como un fantasma durante estos 10 años. Sabemos muy bien que al inicio, cuando se crea la AP, los países simpatizaban más con ideas de derecha, mientras que hoy vemos que hay más tintes de izquierda.
Si las instituciones son sólidas en estos países y tienen claros los compromisos el pragmatismo va a reinar. El gran riesgo que se tiene es que la tensión entre ideología y pragmatismo genere un desequilibrio.
Estos son los cuatro desafíos no menores que se tiene dentro de la política exterior de los países que integran el bloque económico de la Alianza del Pacífico.
¿Qué nivel de acuerdos y vínculos comerciales ha desarrollado la AP con el mundo?
Este es uno de los elementos que hoy se está dinamizando y que venía siendo algo tímido, por decirlo de alguna manera.
Algunos alcances importantes a destacar son el acuerdo con la Unión Europea de 2015, con ASEAN (Asociación de Naciones del Sudeste Asiático), que lo conforman países como Filipinas, Singapur, Malasia, Tailandia, entre otros, que se gestó desde 2016 y se profundizó aún más en 2021, y que ya está generando sus frutos en lo comercial, empresarial y en todo lo relacionado con la transparencia de datos y demás, que es un elemento muy positivo.
También la Alianza del Pacífico ha establecido acuerdos con la Convención Económica Euroasiática, que eso también es un plus, y recientemente Singapur se convirtió oficialmente en el primer estado asociado de la Alianza del Pacífico. Es una oportunidad importante para el bloque económico latinoamericano de poder insertarse con mucha más fuerza al mercado asiático.
¿Y en cuanto a la vinculación de la AP con bloques o países de la región latinoamericana?
La AP ha formalizado acuerdos con el Mercosur, que es uno de los grandes bloques regionales en América Latina, con los que tiene una muy buena dinámica de diálogo.
Por otro lado, también son importantes las conversaciones que se están adelantando, y que se encuentran en una fase muy avanzada, con países como Costa Rica y Ecuador, que efectivamente hacen parte de esta lógica del Pacífico y que sería muy importante poder incorporarlos.
Es necesario que la Alianza del Pacífico se abra mucho más, incorpore esa flexibilidad que está dentro de sus estatutos, sume a países de la región y que pueden generar mucha más fuerza y presencia.